Viajar a la Puna de Catamarca es una experiencia que transforma: paisajes lunares, volcanes inmensos, salares interminables, y pueblos que conservan tradiciones ancestrales. Pero a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, el cuerpo comienza a sentir los efectos de la altura. Y si no lo manejamos bien, puede aparecer el mal de altura, también conocido como apunamiento.
En esta nota te contamos todo lo que necesitás saber para disfrutar la Puna catamarqueña sin contratiempos.

¿Qué es el mal de altura?

El mal de altura, o apunamiento, es una respuesta del cuerpo a la menor disponibilidad de oxígeno que hay en zonas de gran altitud. En la Puna catamarqueña, donde muchos puntos turísticos (como Antofagasta de la Sierra, el Balcón del Pissis o el Volcán Galán) superan ampliamente los 3.000 y hasta los 5.000 metros, es bastante común si no se viaja con cuidado.

¿Cuáles son los síntomas?

El apunamiento puede comenzar pocas horas después de llegar a la altura. Estos son los síntomas más comunes:

  • Dolor de cabeza

  • Náuseas o vómitos

  • Mareos

  • Sensación de fatiga o debilidad

  • Dificultad para respirar al hacer esfuerzo

  • Pérdida de apetito

  • Trastornos del sueño

En casos graves (aunque poco frecuentes si se actúa a tiempo), puede derivar en edemas pulmonares o cerebrales, lo cual es una emergencia médica.

 

¿Cómo prevenir el mal de altura en la Puna?

La mejor forma de evitar el mal de altura es permitirle al cuerpo aclimatarse. Acá van algunas recomendaciones específicas para esta región:

  • Subí de a poco
    Si venís desde lugares bajos como San Fernando del Valle de Catamarca o Tinogasta, tratá de hacer paradas intermedias. Una noche en Belén o en El Peñón, por ejemplo, puede ayudar al cuerpo a ir adaptándose.
  • Tomá mucha agua
    La sequedad del clima puneño deshidrata más rápido de lo que pensás. Hidratarse bien ayuda a mejorar la oxigenación del cuerpo.
  • Evitá el alcohol y las comidas pesadas
    El alcohol y las grasas ralentizan la aclimatación. Mejor optar por comidas livianas, ricas en carbohidratos (como papas andinas, quinoa, maíz).
  • Descansá y no te sobreexijas
    El primer día en altura es mejor tomárselo con calma. Nada de trekking exigente apenas llegás.
  • Consultá con un médico
    Si sabés que sos sensible a la altura, hablá con un profesional antes de viajar. A veces se indica una medicación preventiva que ayuda a aclimatarse.

 

 

¿Y si aparecen los síntomas?

Si estás en plena ruta por la puna y sentís alguno de los síntomas, seguí estas recomendaciones:

  • Frená el ascenso y descansá

  • Tomá líquido, abrigate y evitá hacer esfuerzo

  • Consumí yuyos naturales, como hojas de coca o puposa en infusiones

  • Si los síntomas no mejoran en unas horas, descendé al menos unos 500 metros

  • En caso de síntomas severos (como confusión, dificultad para caminar, tos persistente), buscá atención médica urgente.

 

Conclusión

La Puna catamarqueña es uno de los destinos más extraordinarios de la Argentina, pero también exige respeto por sus condiciones naturales. Escuchar al cuerpo, tomarse el tiempo para aclimatar y viajar con guías conocedores de la zona son claves para vivir la experiencia al máximo.

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